Una mujer fue víctima de un abuso sexual por parte del policía que debía custodiarla, lo que luego fue denunciado por la víctima y ratificado por el oficial Federico Guzmán que llegó minutos después del lamentable suceso.

Guzmán notificó a su superior que “cumpliendo funciones como Jefe...”, procedió a controlar precisamente que el cabo Rubén Martínez se encontrara en su posición, en la parte exterior de la vivienda de la mujer que tenía vigilancia asignada por violencia de género. 

Siendo las 4.28 de la madrugada del miércoles, notó que Martínez no se hallaba en la parte externa del inmueble, pero sí se encontraba su auto particular. Dijo que activó las luces del móvil y alumbró la puerta con la linterna. En ese momento apareció la mujer, “en estado nervioso”, contó sobre el abuso que padeció. “Dijo que la tocó, le succionó los pechos y le dejó marcas”.

La víctima solicitó de manera urgente que le envíe otro personal y expresó su voluntad de radicar la denuncia y ser examinada por el médico legal. 

En el lugar se presentó la jefa de la subcomisaría del barrio Autódromo, quien entrevistó a la damnificada y pudo constatar todo lo relatado previamente.

 

 

La mujer le ratificó que mientras ella dormía el cabo se acostó en su cama en remera y boxer, le tocó el cuerpo y le hizo tocar su miembro viril, a lo que ella le decía que detenga, sin obtener respuesta. 

Expresó que el denunciado “se levantó varias veces diciéndole que ‘ya vendrá el móvil’, y dijo que “las sábanas estaban mojadas al igual que la ropa interior del policía”.

Tras estos dichos, se procedió a retener reglamentaria provista al suboficial (pistola 9 x19 mm mca Bersa), ya que éste estaba muy nervioso. 

También se demoró al efectivo policial y se acompañó a la damnificada a base Autódromo, donde realizó la denuncia. 

También se dejó constancia de que la mujer no llamó al 911 porque no tiene teléfono celular y tampoco pidió auxilio por tener temor que el efectivo le hiciera algo.

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