En su nota de suicidio, se dice que justificó su paso con el hecho de que ya no podía soportar las «constantes mentiras y engaños sobre vacunas supuestamente inofensivas» relacionadas con el Covid.

En su extensa carta de despedida, que el Dr. Thomas Jendges escribió antes de su suicidio y exigió su publicación, se dice que ha criticado duramente la política de información de los gobiernos al lidiar con la peligrosidad de las vacunas Covid. Las constantes mentiras y engaños al paciente y al vacunado de que las vacunas son supuestamente inofensivas, ya no las pudo soportar más, se dice en la carta.

Condena vacunar a la población con vacunas experimentales y letales contra la Covid-19, que de hecho son más un agente de guerra biológica creado y manipulado para ese uso, sin otra utilidad conocida. Para el Dr. Thomas Jendges está ocurriendo un genocidio y un crimen de lesa humanidad, informa que dice la carta, según indica la prensa alemana como Bild.

Debido a que el alcalde amenazó con despedirlo si ya no se quedaba en la línea sumisa impuesta por orden del gobierno y se negaba a vacunar a los pacientes en la clínica, presumiblemente no había más opciones para Jendges. No quiere apoyar un crimen del gobierno federal, el gobierno estatal y sus secuaces. Considera que su suicidio es la única forma de oponerse a él.

Estos son pasajes individuales de toda la carta de despedida que se encuentran actualmente en circulación. Aunque el Dr. Jendges ha ordenado que se publique toda su carta de despedida, según el estado actual de conocimiento del alcalde de Chemnitz, Sven Schulze del SPD, que sigue impidiendo esta publicación. Numerosos grupos se han formado en diversos foros exigiendo que Schulze abandone su actitud de bloqueo y finalmente respete el último deseo de Jendges.

Por el triste final del Galeno, crece la duda sobre un sospechoso suicidio en tiempos como en los que estamos viviendo actualmente, no podemos asegurar que exista una nota escrita por este doctor en la que se diga nada de lo que se está asegurando que dice. Lo que sí suponemos es que, como sucede en casi todos los suicidios, sí que existirá una nota porque Thomas Jendges estaba casado y tenía un hijo de 14 años.